Reseña: "Bellum Cantabricum: Cantabria contra Roma"
SINOPSIS
Corre el año 26 a. C. Roma busca, en las empinadas tierras del norte, cómo conquistar a los indomables cántabros y astures.
Mientras la ciudad fortificada de Bérgida se consume en llamas, Sekeios, mercenario autrigón al servicio de Roma, huye del campamento tras un grave incidente con el gobernador de la Tarraconense, Gayo Antistio Veto. Perdido en territorio enemigo, será apresado por guerreros concanos, que lo conducirán a Aracillum, bastión de la resistencia cántabra. El gobernador ha jurado darle caza. Sekeios está solo y, ante él, un viaje sin retorno lo conducirá a arrodillarse ante el temido caudillo Corocotta. Para sobrevivir tendrá primero que enfrentarse al odio y la hostilidad de los montañeses; y después también a la brutal ofensiva de las legiones del princeps Augusto, cuyo objetivo no es otro que hacerse con el control absoluto de la Península Ibérica. Sin embargo, entre sudores, batallas y la caza del lobo, conocerá el amor de Turennia…
Todo es conflicto. Un conflicto que pondrá a prueba sus propias convicciones y deseos en el marco de la batalla por la supervivencia de los últimos pueblos libres de Hispania. Una guerra que cambiará el destino del mundo conocido y el suyo propio. Hasta las últimas consecuencias.
MI OPINIÓN
Dentro de la novela
histórica que se desarrolla en la antigua Roma, las Guerras Astur-Cántabras son
un pasaje de la historia mucho menos tratado que otros como por ejemplo la toma
de Numancia o el ascenso al poder de Julio César. Este episodio ha sido casi
invisible para los autores de novela histórica, por eso me sorprendió encontrar
una novela que le prestaba atención.
El protagonista es Sekeios, un mercenario autrigón al servicio de Roma. Sin embargo, tras la toma de Bérgida, incapaz de continuar haciendo oídos sordos a sus principios, se enfrenta a Gayo Antistio Veto, el gobernador de la provincia Tarraconense. Tras esto, se ve obligado a huir del campamento para evitar la ira de su antiguo superior, que no descansará hasta vengarse.
Sin embargo, la mala suerte
hará que caiga prisionero de una de las tribus contra las que luchaba, liderada
por el caudillo Coroccota. Allí se verá en el medio de un fuego cruzado: entre los
cántabros que combaten por su libertad y una Roma que cuyo ejército no cesa de
acumular victorias. También asistirá a la lucha entre las facciones enfrentadas de la ciudad.
Contra lo esperado por el
propio Sekeios, la estancia entre sus captores no solo será cada vez más
llevadera, sino que también se enamorará y encontrará un nuevo comienzo, un motivo por el que luchar.
No voy a comentar mucho más
para no hacer spoilers, tan solo añadir que esta novela me gustó mucho más de
lo que esperaba, no solo porque narra las Guerras Astur-Cántabras desde el
punto de vista de ambos bandos, sino porque la estancia de Sekeios en la aldea permite conocer mucho más sobre las costumbres y el modo de vida de
las tribus que se enfrentaron a Roma.
Por si esto fuera poco, también permite aprender mucho más sobre cómo eran los asedios romanos y el uso de perros de guerra.
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